Pajas Mentales

martes, julio 21, 2009

Intro...

Dice un viejo proverbio, que, cuando no se tiene nada que decir, es mejor callar. Por eso la ausencia y por eso el retomar este blog que parecia abandonado.
Lo de la inspiración es como la marea, con flujos y reflujos y gracias a Dios, en internet todavia nos queda un espacio para el libre albedrio. (Aunque cada vez sea más reducido, benditos leguleyos...).

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Por qué lo llaman AMOR cuando quieren decir MIEDO

He estado en mis mundos mucho tiempo, sin tener nada especial que decir, ensimismada en mi crisálida de ostracismo, bulimia y procrastinación, aunque parece que comienzo a ver la luz al final del túnel. Sobre todo cuando recibo noticias que mueven mis cimientos y me hacen creer que todavia hay esperanza en que mi verdad sea algo más que una visión puramente subjetiva de una perturbada.

Hoy he recibido una noticia digamos impactante. Nunca me habría imaginado que tal cosa pudiera llegar a suceder. Se he caído un mito, una institución, casi un embelma de lo que yo creía que era un modelo a seguir. Y encima, el "modelo" me ha dado la razón. Sigo estupefacta. Me estoy dando un poco de miedo a mi misma, pues con el tiempo, todo el mundo me va dando la razón. De todas maneras, no es por restarle mérito a mi labor profética, pero si tienes una visión un poco pesimista y terriblemente realista de las cosas, la vida es mucho más sencilla.
Todo se acaba, nada es para siempre. Estamos SOLOS y nos afanamos en buscar compañía, en tener a alguien que nos caliente la cama y la comida. El amor es una utopía. Yo por eso prefiero la amistad, le pese a quien le pese. No sé si la experiencia propia es la que me ha hecho ser así, lo que he visto en casa o lo que he percibido del mundo que me rodea.
Lo único eterno es el deseo de ser querido, pero no el amor. Yo creo que se debe al trauma que todos tenemos al nacer. Somos débiles. Estamos nadando tranquilamente en el líquido amniótico, unidos carnalmente a nuestra madre, felices, despreocupados, con todas nuestras necesidades cubiertas y..., de repente, somos explusados ninguna consideración, abofeteados y maltratados por unas manos enlatexatadas que hieren nuestra delicada piel. Somos peores que las ratas, completamente inútiles, débiles, ciegos y estúpidos. Como seremos en nuestras relaciones toda la vida.
A lo largo de nuestra vida experimentaremos, unos una vez, otros creeran que 100 veces al día, uan sensación que nos recordará esa calidez, ese bienestar. El amor estimula los centros vitales del placer y hace que caigamos en esa embriaguez deliciosa y confortable, cuya duración varía entre una noche y 3 años, según las fuentes más especializadas. Para mi las estadísticas no son nada. Yo no creo que el amor dure más de tres meses, de hecho no creo siquiera que exista el amor como tal. Es uno de esos conceptos indeterminados sobre los que nadie se pone de acuerdo.
Lo único que cuesta darse cuenta de que lo que nos venden son balones de humo, círculos de irrealidad, lo que existe a la postre es el miedo a estar solos y el miedo a no encontrar mañana esa estufa en la cama.
Lo triste es que después de todo te das cuenta que la mayoría de nuestros actos, sino todos, son fruto del miedo, del temor a lo desconocido, y del egoismo. No es ser negativa, es ser realista... pensad un poco y me dareis la razón.