Pajas Mentales

martes, agosto 07, 2007


Return to the Innocence



Hace demasiado tiempo que no ilustro al personal con mi elenco de desvarios sinfín, pero es que ocupaciones (o desocupaciones) variopintas que han colmado mi vida en los ultimos meses me lo han impedido.

Tanto criticar y al final termino siendo la reina de las pavas... que le vamos a hacer. Las mujeres tenemos ese puntito histriónico que nos hace ser unas petardas complusivas. Y cada vez es peor. De todas maneras ruego al Cielo o al Hado o al Hada, que ésto, en mi caso seas un episodio a olvidar.

Cuanta razón tenian las tribus amazónicas al pensar que los que estaban enamorados eran poco menos que enfermos que habia que curar a toda costa. El enamoramiento si no se sabe llevar, cosa que sucede en el 99'9 % de los casos, da lugar a comportamientos extraños, conductas erráticas y gilipolleces supinas, que, cualquier persona con un mínimo de racionalidad, no cometería.

Cierto día un sabio, bastante sardónico por cierto, me indicó que mi problema es que me implicaba demasiado. Básicamente me dijo, soterrada y sutilmente, que como podia estar tan tonta y dejarme dominar por los instintos más primarios, renunciando a cosas que me había costado mucho ganar.

Muda me quede y sigo, pues nada se puede replicar a alguien que te manifiesta el principal de tus defectos con una nitidez tan absoluta.

La verdad es que me gustaria prescindir de este ultimo año de mi vida. Sé que sería mucho más feliz y mi vida habría sido mucho más plena en todos los aspectos.

Es lo que pasa cuando uno tiene esa fiebre absurda que las cosas se desdibujan y todo se ve desde una perspectiva cambiada e irreal.

Pero bueno toda enfermedad tiene su cuarentena y las recuperaciones son duras pero son posibles.

Lo unico que temo es que ha dejado en mi alma cicatrices indelebles y como todo el mundo sabe... eso si que no se puede sanar.