Pajas Mentales

viernes, septiembre 29, 2006





¿Libertad de expresión? Y eso qué es lo que es...




Yo es que cada día alucino más. Lo de que el género humano está perdiendo el norte lo digo completamente en serio. Siglos de lucha por las libertades y por los derechos fundamentales, ¿para qué? Para que en Alemania se censure una ópera de Mozart, para que en Madrid tengan que intervenir 14 coches de policía para proteger una obra de teatro, para que en los USA se esté a punto de aprobar una ley que permite juicios sumarísimos al estilo de la Inquisición. No sé donde va a terminar todo esto.
Tal vez es que realmente los hombres no sabemos ser libres con todo lo que implica, que somos niños pequeños y necesitamos que nos den un azotito de vez en cuando para portarnos correctamente (por Dios que no me oigan los pedagogos modernos porque pondrían precio a mi cabeza por lo del azote).
Vivimos en un mundo que oscila del relativismo al radicalismo, y, no sé, puedo equivocarme, pero creo que esos dos conceptos no casan muy bien entre sí y desde luego no son nada positivos en su aplicación práctica.
Relativismo porque la sociedad la española, la europea, la occidental en general, tiene una pérdida de valores de tal magnitud que ya ni siquiera se puede definir lo que es amoral. (Si no intentadlo, y veréis como tengo razón). Estamos imbuidos del espíritu del todo vale, del morbo y de la degeneración consentida. Somos una sociedad decadente que incluso llega a proscribir, consciente o inconscientemente, términos como moral, ética, religión, escala de valores...
Y frente a esa sociedad decadente surge el radicalismo que lleva aparejado todo preludio del desastre. La historia, pese a lo que crean las mentes pensantes del ministerio de educación al hacer las reformas educativas, sirve para algo. Aunque sólo sea para aprender de los errores del pasado.
Lo único que con un poco de suerte, antes de que nos liemos a ostias a nivel global, se deshielan los polos y nos vamos todos al carajo.