El Círculo Vicioso:

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No sé como me las arreglo pero los buenos propósitos míos (ser más ordenada, aprovechar mejor mi tiempo, escribir con frecuencia en el blog...) se quedan en eso. Meras palabras. Cáscaras de nuez vacías a merced del viento. Ultimamente he adoptado la filosofía del despropósito... por lo que ya no me desespero cuando no consigo mis metas. No las tengo y punto. Me ha llevado muchos años conocer la verdad universal de que sólo las grandes expectativas conllevan grandes decepciones y estoy aprendiendo a vivir con ello, que no es poco. No es una visión pesimista ni mucho menos, es la pura realidad. Tristemente, con el paso de los años te vas dando cuenta de que la proscrastinación es una pandemia,  que el éxito esta doblando la esquina del fracaso, que todo lo que sube necesariamente tiene que bajar y que la única persona que te va a soportar toda tu existencia eres tú mismo. Lo mejor es no esperar nada, no ilusionarse con el devenir, no obsesionarse con el pasado, no hay nada más que el aquí y el ahora, y a veces incluso eso no es más que una mera ilusión. 

Sé que muchos no comparten mi punto de vista, pero la verdad es que es mucho más práctico que el tema de los castillos en el aire y no es excluyente. Es decir, tu puedes seguir teniendo esos palacetes dorados rodando por algún lugar de tu denodada testa, pero ser consciente de que no son más que quimeras, y no verdades absolutas o planes perfectamente trazados y practicables, incluso aquellos que parece que vas consiguiendo... 

Y es que como decía Calderon.... "que el mayor bien es pequeño.. que toda la vida es sueño y los sueños, sueños son"